jueves, 29 de abril de 2010

débil

ellos se besan. ella sabe bien que después de ésto nada será igual. se aguanta las lágrimas hasta sentir dolor. hace como que no ha visto nada, retrocede. vuelve a mirarlos. siguen abrazados. ella lo mira con unos ojos que brillan como dos topacios. él está de espaldas, así que no puede ver su expresión, pero mira cómo se acerca y la besa de nuevo. a ella no la besa así.
sube al auto y maneja sin percatarse de las cosas a su alrededor. maneja con frenesí, acelerando demasiado, con la esperanza de pasarse una luz roja, tener un accidente y morir antes de llegar a casa. casa. nunca más llamaría casa a ese lugar donde vivía.
llega y no sabe qué hacer. cómo esperarle. los niños están jugando y le han preguntado varias veces si se siente bien. sólo quiere encerrarse y llorar. pero no puede, no debe permitirse tal debilidad. ella no es débil.
siente pasos en la entrada. es él. llega triunfante, con los ojos brillantes y una sonrisa de oreja a oreja. ella lo hace feliz. cómo te ha ido hoy? pregunta mientras se acerca. ella recibe su beso sin sentir nada en abosulto. su corazón desapareció para dejar lugar a un trozo de hielo. me fue bien, quieres que te caliente la comida?

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